RELIGIÓN ANTROPOLOGÍA DE LA MUERTE 8°,9°,10°,11°

Desde las épocas más remotas la muerte siempre ha sido un misterio para el ser humano, ella provoca miedo, el miedo a dejar de ser, a la aniquilación total de nuestro yo; miedo a que con ella se irán nuestros sueños, ilusiones, deseos, amores y en general todo lo que nos constituye como individuos. pero por otro lado también provoca esperanza e ilusión; la ilusión de trascender como sujetos en un plano espiritual más puro y gozoso y la esperanza de seguir manteniendo vivo nuestro ser, nuestra unidad de conciencia en un plano donde ya ningún mal, enfermedad o dolor de ninguna índole nos pueda alcanzar.

Algunos pensadores han preguntado ¿ Es la religión algo que ha bajado de un plano superior para brindarle esperanza la hombre, o es el hombre el que la ha inventado con la esperanza de proyectarse hacía un plano superior? aunque las opiniones siguen divididas entre teólogos y hombres de ciencia, lo cierto es que las creencias religiosas en seres superiores y su expresión a través de rituales se remontan a las más tempranas épocas de la humanidad; se ha encontrado evidencia que el hombre de las cavernas ya practicaba rituales de enterramiento para disponer de la última morada de sus seres queridos, se han encontrado restos humanos con puntas de flecha, cuchillos e incluso dientes de los animales que cazaban, con los cuales seguramente hacían ornamentos como collares. Claro que no hablamos de flechas o cuchillos en el sentido modernos, ya que el hombre de las cavernas fabricaba estos instrumentos de piedra razón por la cual a diferencia del metal lograron vencer la barrera del tiempo llegando hasta nuestra época acompañando la osamenta de esa persona enterrada quizá 50.000 mil o más años atrás.

A nivel cultural en diferentes lugares y épocas han sido muchas las interpretaciones que se le dan a la muerte, para algunos es una liberación del alma de su cárcel corpórea, para otros es una transmigración del alma hacia un ser inferior o superior según los méritos alcanzados en la vida que acaba de culminar, otros creen que es el camino hacia un plano superior de gozo donde el alma por fin encontrará la paz y tranquilidad que no tuvo en este mundo, algunos como los Epícureos incluso han sugerido que el alma existe con el cuerpo y perece con éste tras la muerte, entre muchas otras interpretaciones.

lo cierto del caso es que hoy en pleno siglo XXI, la muerte sigue siendo un misterio sin resolver, una esperanza de querer seguir existiendo que sigue flotando en el aire, un miedo muy grande a caer en el profundo y negro abismo de la nada. Como sea , por lo menos podemos decir dos cosas con seguridad: si tras la muerte seguimos existiendo cómo unidad de conciencia eso ya es bastante esperanzador y si volvemos a la nada cómo lo eramos antes de existir, los Epícureos decían, no hay que temer a la muerte pues ella es volver a la nada y lo que nada es nada le afecta, así como nada nos afectó antes de venir a ser en este mundo; desde esta perspectiva entonces tal vez no es el miedo a la muerte, es el temor de dar ese paso hacía lo desconocido, el temor a vivir ese breve instante entre el aquí que se que soy y la incertidumbre de irme para siempre, dejando amores, sueños e ilusiones en este plano sin saber que será de mí en el momento que de mi último aliento en este mundo.