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El concepto de Hombre a Través de la Historia Filosofía 10 y 11

  • Foto del escritor: jairocas273
    jairocas273
  • 19 ago 2020
  • 4 Min. de lectura


Una de las definiciones más común de hombre es “un ser racional”, efectivamente ninguna otra especie sobre la faz de la tierra ha tenido la inventiva y la complejidad social que tiene el hombre; las demás criaturas se adaptan a un entorno, el hombre transforma el entorno para que este se amolde a sus necesidades, hemos creado mundos artificiales dentro del mundo llamados ciudades, con sus normas y reglas de convivencia.

Otra definición de hombre es la de un ser sociable por naturaleza, por su tendencia a vivir en comunidad al punto es esto cierto que podemos decir sin temor a equivocarnos, que es la cultura la que crea al hombre y no a la inversa. Imagínense ustedes que hubieran nacido en la amazonia, en el seno de una tribu muy distanciada del mundo moderno, seguramente sus gustos gastronómicos, su concepto de moda, de belleza, del universo etc. Serían muy diferentes a los de ahora, todo porque usted no hace la cultura pues ella ya estaba allí desde antes que usted naciera, más bien nosotros como individuos formamos parte de una cultura, con ella nos identificamos y en ella forjamos nuestros derroteros en la vida.



El Hombre Como Ser Sociable Por Naturaleza.



Para los antiguos griegos el hombre es un ser social por naturaleza, Aristóteles afirmaba que el hombre que viviera aislado de la sociedad o bien era una especie de bestia o un dios, y ni siquiera esto último porque la idea general era que los dioses Vivían felices reunidos en el Olimpo. Según este filósofo lo único que nos hacía diferentes a otros animales gregarios por naturaleza como las abejas y las hormigas entre otros, era que el ser humano tenía lenguaje, lo que le permitía desarrollar la política (acuerdo entre normas o leyes para la convivencia)

En la edad media del siglo V al XV se pensó que él hombre era un ser bueno por naturaleza, pues era una creación de Dios y siendo Dios el bien supremo, no podía ser el caso que hubiera hecho al hombre perverso y malo. Así la maldad en el mundo estaba justificada no por la naturaleza genética egoísta y agresiva del ser humano, si no por el Diablo, una fuerza de maldad que sometía la voluntad de los hombres para que actuaran con maldad hacia sus semejantes, con el objeto de perder su alma para que esta no fuera al paraíso tras la muerte.

Así pues la idea o concepto de hombre bueno por naturaleza se mantuvo desde los griegos hasta el renacimiento, es decir cerca de 2.000 años. Pero en el renacimiento este concepto empieza a cambiar; ya el hombre no es un animal sociable, es más bien una especie de criatura egoísta, que en una simple ecuación costo beneficio, ve en la vida social una oportunidad de resguardarse de los peligros que lo asecharían sí viviera sólo en el mundo.

Hay que tener en cuenta el dinamismo, así como los cambios políticos y sociales de esta época, cuando hablamos de renacimiento hacia el siglo XVI se estaba empezando a gestar las bases del estado moderno, un territorio con delimitación fronteriza, con un sistema de gobierno centralizado, unas fuerzas armadas al servicio del gobierno y unas leyes comunes para el pueblo que vivía al interior de ese territorio.


Maquiavelo en su libro “el príncipe” va a ser uno de los primeros críticos de este concepto tradicional de hombre como ser sociable, él por el contrario va a decir que el hombre es lobo para el hombre, razón por la cual se necesita de leyes y unas fuerzas del orden que eviten que el más fuerte ejerza violencia contra los más débiles, arrebatando sus bienes, su dignidad y hasta su vida.

Rousseau, en su libro “el contrato social”, va a decir que el hombre es un ser egoísta y avaro por naturaleza, según él el origen de la desigualdad social surge cuando en algún momento en la historia a algún avispado se le ocurrió decir esto es mío, apareciendo así el concepto de propiedad privada. Según Rousseau, el contrato social es una especie de acuerdo entre los miembros de una nación donde los individuos ceden parte de sus libertades personales a cambio de la protección que el estado les brinda, evitando que otros ejerzan violencia contra ellos, porque en estado natural por muy fuerte que sea un hombre, si varios débiles se unen lo pueden derrotar con facilidad, luego el contrato social resulta benéfico tanto para los fuertes como para los débiles.

Nietzsche, con su hombre Apolíneo y el hombre Dionisíaco, va a ser el que termine de enterrar el concepto de hombre como animal sociable, Apolo era el Dios griego de la música, la poesía y las artes, así el hombre apolíneo es el hombre cándido, el que requiere de normas y códigos morales que le digan cómo actuar, como comportarse, es el hombre esclavo de la religión. Por su parte Dionisio, era el dios griego de la juerga, la parranda y las orgías, es el super hombre, el que vive bajo sus propias normas y códigos morales, el que intenta hacerle el quite a la religión y la cultura frente a todo aquello que resulte restrictivo para su libertad.



Si el hombre fuera ese animal sociable por naturaleza, seguramente la sociedad sería un poco más igualitaria. Pero muy al contrario la sociedad es cada vez más desigual, se enarbola la bandera de la libertad y la igualdad en los discursos políticos, pero para la muestra un botón en Colombia el 70% de los Colombianos sobrevive con un salario mínimo una cifra que ronda los 980.657 pesos (con subsidio de transporte incluido) mientras que un congresista se gana más de 30 millones de pesos al mes y son estos personajes los que constantemente están hablando de construir una sociedad más justa e igualitaria, siendo los llamados a crear las leyes que rigen la sociedad. En fin tal vez estemos en una época donde debemos repensarnos y reinventarnos en el concepto de humanos como criaturas egoístas y agresivas por naturaleza.


 
 
 

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